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miércoles, 23 de diciembre de 2020

Elevación, de Stephen King


 Scott Carey sufre una extraña e inexplicable dolencia: cada día pesa menos que el anterior. Físicamente no se nota, sigue aparentando sus buenos ciento y pico kilos y come como siempre, pero cada vez que se pesa la báscula marca al menos medio kilo menos. Se está volviendo más ligero. 

Scott no quiere convertirse en un fenómeno de feria y que lo sometan a interminables pruebas y experimentos, así que solo se lo cuenta a su amigo el doctor Ellis, un médico ya jubilado. Scott está preocupado pero lo lleva bien, pero teme qué pasará cuando pese 15 o 20 kilos, o peor, cuando llegue a 0 kilos. 

Por otro lado Scott tiene nuevas vecinas, un matrimonio de lesbianas que regentas un restaurante de comida mejicana, pero las cosas no les van bien. En Castle Rock la gente es bastante conservadora; aceptan que sean lesbianas pero no que estén casadas y el pueblo les ha dado la espalda, y si la cosa no mejora tendrán que cerrar el restaurante. Scott ha tenido un pequeño conflicto con ellas y cada vez que ha intentado arreglar las cosas no ha hecho más que empeorar la situación, y ya no sabe qué hacer para limar asperezas. Al final ambas tramas acabarán confluyendo en una sola. 

 

Stephen King demuestra que no solo se le dan bien las novelas extensas sino también las novelas cortas. Esta historia es una de las más hermosas que ha escrito. Son unas 170 páginas, de letra grande y alguna que otra ilustración, y prácticamente lo devoré en día y medio. Es mágica y hermosa, donde King nos da una lección de cómo superar los prejuicios y sacar lo mejor del ser humano. 

Por cierto, que en "Elevación" hay una referencia a "La caja de botones de Gwendy", en concreto a las Escaleras de los Suicidios, y eso mola mucho. Al principio no me di cuenta, pero el nombre del protagonista me sonaba mucho y no sabía de qué. Y es que claro, se llama igual que el protagonista de "El increíble hombre menguante" de Richard Matheson. De hcho King le dedica el libro a Matheson, así que imagino que esta fue su forma de rendirle homenaje tras su muerte. 

Y es que ambos Scotts son muy similares. Mientras que el de Matheson encoge, el de King se hace más ligero, aunque con el de King no sabemos por qué le pasa lo que le pasa. En definitiva, de lo mejor que he leído este año. Te garantizo que te tocará la fibra y al final llorarás. 



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