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martes, 22 de diciembre de 2020

La caja de botones de Gwendy, de Stephen King y Richard Chizmar


 Las Escaleras de los Suicidios son unas escaleras incrustadas en una ladera rocosa que ascienden en zig-zag hasta lo alto de Castle View, en la pequeña ciudad de Castle Rock. Consta de más de 300 escalones y se llama así porque un hombre se tiró desde arriba en 1934 y hace 3 o 4 años otra mujer hizo lo mismo. Gwendy Peterson, de 12 años, sube por ellas todos los días de ese verano, los primeros cien escalones andando, los cien siguientes al trote y los 105 últimos ya corriendo, para perder algo de peso. 

Hace varios díass que Gwendy encuentra a un hombre sentado allí arriba leyendo un libro muy voluminoso y con un atuendo bastante extraño: vaqueros, chaqueta de un traje y un sombrero, pero en esta ocasión hay algo distinto porque el hombre se dirige a ella. Dice llamarse Richard Farris y parece saber muchas cosas sobre Gwendy. Farris le da una extraña caja de botones para que se la guarde durante un tiempo y le explica su funcionamiento. Tiene sesi botones en dos filas, y otros dos, uno rojo y otro negro, uno a cada extremo. Cada botón corresponde a un continente y si aprieta alguno algo malo ocurrirá en ese continente. El botón rojo hará realidad lo que esté deseando en ese momento y es el único que puede apretar más de una vez, y el negro abarca todo el mundo. La caja también tiene una palanca en cada extremo. Al tirar de una sale una peuqeña chocolatina, riquísima, pero al comerla enseguida quedará saciada, y al tirar de la otra la caja expende una moneda de plata de finales del siglo XIX, de incalculable valor. 

Esa caja es como una arma de destrucción masica y es responsabilidad de Gwendy mantenerla a buen recaudo y que nadie la encuentre. Todo el asunto parece irreal, pero antes de que se dé cuenta el señor Farris ha desaparecido como si se lo hubiera tragado la tierra. Tras ese verano y durante sus años de instituto a Gwendy todo parece irle de maravilla. Su vista mejora y ya no necesita gafas, su figura se estiliza y se convierte en una joven muy atractiva. Entra en los equipos femeninos de fútbol y atletismo y enseguida destaca. Sus padres, que eran muy aficionados a la bebida, la dejan de golpe y en su matrimonio, que había perdido la chispa, vuelve a surgir el amor. Gwendy cree que todo esto es por la influencia de la caja y no se le va de la cabeza lo que el señor Farris le dijo sobre los botones. ¿Y si es verdad? Al final, la tentación de saber es demasiado grande y acaba sucumbiendo a ella, y Gwendy descubre lo peligrosa que es realmente la caja. 


Hacía ya mucho tiempo que no leía nada de Stephen King, así que me compré sus últimos seis libros, menos "La sangre manda", y he empezado por este porque es la más corta. Sobra decir que me ha encantado. Es una historia maravillosa y sus 180 páginas se pasan enseguida, claro que la letra es de una tamaño grande así que en realidad son menos de 180 páginas. Si eres fan de King no te habrá pasado desapercibido que las iniciales del señor Farris corresponden a R. F., y además hay un par de referencias a LTO, así que no hace falta decir de quién estamos hablando en realidad. Estos detalles han estado genial. La historia es fantástica y me recordó un poco al relato "UR", donde también aparecía unu objeto de otro mundo. Absolutamente recomendable, una de sus mejores nobvelas cortas. 

Existe una secuela escrita por Richard Chizmar en solitario que me encantaría leer, pero creo que no es fácil de conseguir.


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