Patricia Cornwell es una de mis
escritoras favoritas. Su serie de Kay Scarpetta es de las mejores del
género y su otra trilogía (El Avispero, La Cruz del Sur
y La Isla de los Perros) también es muy buena, pero éste
no me gustó, y eso que ya me lo leí dos veces. No es
por la historia. Ésta es bastante buena.
La fiscal del distrito Monique Lamont
recluta al investigador federal Win Garano y lo pone al frente de su
iniciativa “En Peligro”, que consiste en utilizar lo último
en técnicas de ADN para resolver casos antiguos que quedaron
sin resolver, y el primero es el asesinato de una anciana de clase
alta, hace 20 años.
La fiscal se presenta a gobernadora y
quiere sumar puntos con esta iniciativa ante el electorado. Win no
tiene ni voz ni voto en este asunto, pero se cabrea al descubrir que
antes de hablar con él, Monique ya había anunciado a la
prensa que Win estaría al frente del proyecto. Así que
va a su casa a cantarle las cuarenta, y llega a tiempo de salvarle la
vida. Un hombre está a punto de asesinarla (tras haberla
violado) y Win acaba matándolo. Al investigar lo sucedido todo
parece indicar que alguien contrató al hombre para deshacerse
de ella, que alguien no quiere que se presente a gobernadora. Y
mientras Win lo investiga, le pide a una amiga que se ocupe del caso
de la anciana y que lo mantenga al tanto.
La historia está bien, siempre
me han gustado las novelas policiacas tipo Caso Abierto, pero hay
varias cosas que hacen que no me satisficiera el libro. Está
escrito en presente, y eso es un poco raro de leer. La Cornwell suele
escribir libros de 500 páginas y este solo tiene 200. eso se
debe a que lo publicó inicialmente por entregas, en el New
York Magazine, y las historias que se publican por entregas no pueden
ser demasiado largas. Pese a ser tan corto pasan demasiadas cosas y
parece que hacen falta más páginas.
Vamos, que me quedo con los libros de
Scarpetta.
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