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martes, 29 de octubre de 2013

La Torre Oscura VII: la Torre Oscura, de Stephen King (¡Ojo Spoilers!)

He aquí que una vez más (y ya van 3) llegamos al claro al final del camino y de nuevo me siento como si fuera la primera vez, como le pasa a cierto personaje cuyo nombre no diré. Aún parece que fue ayer que empecé este desafío y he aquí que ya está acabado. Por un lado estoy triste, pues es una saga impresionante como pocas, una de las mejores sagas de fantasía y ciencia-ficción que han pasado por mis manos. Por otro lado, me alegro de haberle puesto punto y final, pues tengo un montón de libros en casa que aún no he leído, y en vez de leerlos he estado leyendo estos libros que ya he leído, y así me van a hacer falta días de 30 horas por lo menos. Pero de todas formas me lo he pasado de maravilla leyéndola, volviendo a conocer por primera vez a estos grandiosos personajes, acompañándolos en su largo periplo, riendo con ellos en esas pocas ocasiones en que se divierten y llorando cuando la desgracia se abate sobre ellos.

Esta saga tiene momentos únicos y alucinantes, pero también muy tristes y, perdona que lo diga, decepcionantes e irrisorios, pero a pesar de esto, no descarto leerla una 4ª vez. Y ahora vayamos a lo que nos ocupa. Este último volúmen arranca donde lo dejó el anterior. En LTOVI dejábamos al padre Callahan, Jake y Acho entrando a saco en el Dixie Pig para rescatar a Susannah, y éste lo retoma en ese mismo momento. El lugar está infestado de Taheen (seres con cuerpo de persona y cabeza de animal), Can-toi (hampones) y vampiros, y los tres deberán pasar por encima de todos ellos para llegar hasta Susannah, aunque ella en realidad no se encuentra allí. En el Dixie Pig hay una puerta que conduce a Fedic, en el Tronido, y es ahí donde están susannah y Mia, dando a luz al retoño del Rey Carmesí (de alguna forma, sus sirvientes han conseguido desdoblarlas a las dos, y es Mia la que está dando a luz con fuertes dolores, gracias a un enlace mental con Susannah). Aunque cuando consiguen llegar a ella ya es tarde, pues el bebé Mordred ya ha nacido y convirtiéndose en una fea y monstruosa araña se alimenta de su madre biológica, y luego consigue eludir la letal puntería de Susannah y ponerse a salvo, y durante el resto del trayecto del Ka-Tet de Roland hacia la Torre Oscura irá tras sus pasos para matar a su Papi Blanco antes de que consiga llegar a su meta, mientras se alimenta y se hace más fuerte.

Mientras tanto, en Maine, Roland y Eddie ultiman los detalles para dejar bien atado el asunto del solar y fundar la Ka-Tet Corporation, que protegerá la rosa y los asuntos del Haz frente a la Sombra Corporation y North Central Positronics, empresas del Rey Carmesí.
Roland y Eddie se trasladan al Dixie Pig a tiempo de cargarse a los últimos monstruos y se reúnen de nuevo con el resto de su Ka-Tet, y tras los momentos de alegría y alborozo por el reencuentro, prosiguen su viaje, el cual los lleva a Algul Siento, donde los disgregadores del Rey Carmesí están destruyendo los Haces que aún se mantienen en pie con sus poderes telepáticos. Con la ayuda de tres viejos conocidos nuestros, Ted Brautigan (Corazones en la Atlántida), Dinky Earnshaw (Todo es eventual) y Stanley Ruiz, el que era Sheemie, nuestro querido y entrañable Sheemie, Roland y su Ka-Tet pondrán fin a la labor que allí estaban realizando, aunque pagarán un alto precio a cambio.

Sin tiempo que perder Roland y Jake se trasladan de nuevo a Maine, al año 1999, para impedir que el escritor Stephen King muera atropellado por una camioneta, pues si eso ocurre, jamás acabará de escribir los libros de la Torre Oscura, y si no los escribe Roland jamás llegará a ella y el Rey Carmesí vencerá.

Bueno, creo que llegado a este punto dejaré de contar lo que pasa, pues tendría que destripar muchas cosas y lo mejor es ir descubriéndolas uno mismo sobre la marcha. Solo diré que esta última etapa del viaje será la más ardua y Roland tendrá que pasar por varias dificultades. Si consigue llegar o no a lo más alto de la Torre, solo el Ka lo sabe.

Stephen King tardó más de 30 años en terminar esta saga, así que había mucha expectación con este último libro. Stephen King la empezó cuando estaba en la universidad, aunque no publicó el primer libro hasta 1982 y luego fue publicando un nuevo libro cada 5 años, aproximadamente, menos los tres últimos libros, que los escribió seguidos. En 1999 sufrió un aparatoso accidente que casi le cuesta la vida y después de eso le entró miedo de morir antes de acabarla (algo comprensible) y por eso escribió los tres últimos libros del tirón, y ahí la cagó. Tengo muchos amigos que como yo son fans incondicionales del autor, y todos ellos, o casi todos, se sintieron decepcionados con este último volúmen. Yo en parte también. Tiene algunas cosas que me encantan, como lo de la Ka-Tet Corporation, la liberación de los disgregadores y el volver a encontrarme con Ted Brautigan, así como conocer su historia y Sheemie, claro (la conversación con Roland casi me hace llorar). También me encanta la idea de que, llegue o no Roland a la Torre Oscura, los Haces se repararán, crearán nuevos Haces y el mundo dejará de moverse y regresará el antiguo esplendor de Mundo Interior. Esto me hizo sonreír. Y también me gusta la aparición del propio Stephen King en el libro, me pareció muy divertido (en esto creo que estoy solo), aunque lo de los tres Kings sí que me pareció ridículo. En otras cosas sí que coincido con mis compañeros. Yo me esperaba una gran confrontación entre Roland y su gran archienemigo, Marten (o Randall Flagg, si lo prefieres), pero al final, el final de este gran personaje, valga la redundancia, fue simplemente decepcionante.

Luego está lo de Patrick Danville, en “Insomnia” se nos presentaba a Patrick como un niño que en el futuro tendría la vida de dos hombres en sus manos, uno de ellos el mismo Roland, así que yo esperaba que Stephen King escribiría un libro en el que esto tendría lugar. Pero aquí se nos dice que aquel Patrick Danville no tiene nada que ver con el auténtico, vamos, que King nos tangó, así que al leer este presente libro me sentí bastante decepcionado en ese aspecto. Y también está la confrontación final entre Roland y el Rey Carmesí, que es de pena. Se nota que King tenía prisa por finiquitar la saga. Y lo de Mordred, que en mi opinión no pinta nada en la saga. Lo que sí me gustó fue ese giro del final, todo un “final de Stephen King”. Me encantó sobretodo que la última frase sea la frase inicial del primer libro.
Lo que me pregunto es cómo habría acabado si Stephen King no hubiera tenido el accidente. ¿Tú qué crees?

3 comentarios:

  1. Lo mismo digo. ¿Que habría pasado sin el accidente? Podríamos suponer que ese puede ser un viaje de una dimensión alternativa de Roland.
    SPOILERS (Comentarios que revelan la historia):
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    Me pasó que me decepcioné mucho, primero, con las expectativas que me había generado al final del primer libro, y con Insomnia. "Sólo Dios se atrevió a ir a la Torre". "El tamaño, pistolero". Yo me imaginaba que Roland, más o menos, iba a tener que volverse un Dios para llegar a la Torre. Iba a tener que acceder a otros niveles de existencia, como pasa en Insomnia. Pero no. Igualmente, tampoco está mal que haya permanecido "mortal" todo el tiempo. Hace que lo que pasa en Insomnia sea más importante, digamos. También imaginé muchas versiones del interior de la Torre Oscura, pero se puede decir que finalmente terminó siendo todo una especie de trampa medio rara del Ka. No sé... me voló la cabeza, pero tampoco me termina de convencer.
    Por otro lado, Flagg y el Rey Carmesí también me decepcionaron mucho. Flagg, el hombre oscuro en Apocalipsis, el hechicero, el de los múltiples nombres, que al final muere por tener "mente débil". Aparte en la Torre 3 y 4 lo presentan como el archienemigo de Roland, y encima después te enterás que busca lo mismo que él, pero jamás pasa nada.
    El Rey era presentado como el rey del mal, o el diablo, en Insomnia, capaz de tomar múltiples formas y hacerte alucinar, pero cuando finalmente lo encontramos, es un viejo débil que tira snitches explosivas. (Parece el final de un videojuego.)
    Así que en definitiva, Roland no tuvo que enfrentárselos demasiado. Mucho inflar a los personajes para que después no los reviente nadie. Es como si en El Señor de los Anillos Frodo llegase a Mordor y todo el ejército de Sauron hubiese muerto de una enfermedad. Y Frodo pasase caminando por sobre los cadáveres.
    Y bueno, segundo, hay partes muy irritantes, como las 150 págs, más o menos, de la historia del Padre Callahan, que la verdad me chupaba un huevo, o la mayoría de la Torre 4, que igualmente es disfrutable y un relato muy lindo, pero que en vez de hacer avanzar a la historia, la detienen y le restan un montón. Incluso había todo un capítulo en la Torre 6, que es en mayoría una descripción y la historia de una chica que Sussanah se encuentra en la calle, y que después de ese capítulo ya no aparece más. Y el hombre que se encuentran Roland y Eddie cuando aparecen en Maine, que les presta una lancha o un camión, no me acuerdo... Y cuando describe cómo le gusta el béisbol y toda la casa suya con cosas de béisbol... ¡por Dios! La saga son miles de páginas en las que termina pasando menos que en los tres libros de El Señor de los Anillos.

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    1. Igualmente, solo que no te puedes quejar, el estilo de Stephen King es ese.
      Se demuestra en apocalipsis y en unos cuantos de libros más

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  2. PD: Me gustaría un videojuego (en vez de las tres películas y las dos miniseries que quieren hacer).

    SPOILERS:
    Ser el pistolero y masacrar al pueblo de Tull. Ser Eddie y disparar en pelotas a los mafiosos de Balazar. Ser Jake en la monstruo-mansión. Luchar contra los Lobos y la guerra de Algul Siento, y tantos otros escenarios. Poder elegir a cualquier personaje del Ka-tet (por ahí jugando de a dos). Recorrer Mundo Medio siendo vos Roland. ¡Y Nueva York! Incluso Roland de joven. Y finalmente vencer al Rey Carmesí y entrar a la Torre, subiendo cada uno de los pisos... No sé. Fantasear no cuesta nada.

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