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lunes, 7 de septiembre de 2015

La puerta en el muro, de H. G. Wells

El libro reúne cinco relatos de H. G. Wells, que son los siguientes:

1. La puerta en el muro
El protagonista encuentra siendo niño una puerta mágica en un muro que lo lleva hasta un hermoso y paradisíaco jardín, pero es expulsado de allí poco tiempo después. A lo largo de su vida tratará de encontrar esa puerta para regresar a ese maravilloso lugar.

2. El país de los ciegos
El protagonista llega hasta un misterioso lugar oculto entre las montañas cuyos habitantes nacen sin ojos.

3. El caso Plattner
Un chico le lleva una extraña materia verdosa a su profesor de química, el señor Plattner, y éste, al experimentar con ella es trasladado a otra dimensión.

4. La historia del difunto señor Elvesham
Un anciano convence a un chico para que se tome una extraña sustancia y al despertarse a la mañana siguiente descubre que ha intercambiado su cuerpo con el anciano.

5. El huevo de cristal
Un huevo de cristal permite a los marcianos observar lo que ocurre en la Tierra.

Leí este libro por primera vez hace más de una década y he vuelto a leerlo ahora solo por darme el gusto de reseñarlo en mi blog (si tú también tienes blog sabrás tan bien como yo que una vez que le pillas el punto te da ganas de reseñarlo todo). H. G. Wells se aleja aquí de la ciencia-ficción en la que se engloban sus obras más conocidas y pone un pie en el terreno de la fantasía. Tengo que decir que estos relatos no me han gustado tanto como sus obras clásicas de la ciencia-ficción. Puestos a elegir, los dos primeros relatos destacan sobre los demás. En el primero Wells consigue transmitirte la desesperación del protagonista por encontrar la entrada a ese maravilloso lugar en el que estuvo brevemente siendo niño. El segundo en realidad no pertenece ni a la ciencia-ficción ni a la fantasía, es más bien de aventuras. Un pueblo cuyos habitantes llevan tantas generaciones naciendo sin ojos que desconocen términos como “ver”, “ojos” o “vista”. Es muy interesante ver los continuos fracasos del protagonista al intentar explicarle a dichos habitantes lo que significan. Él se considera superior a ellos porque puede ver, pero en realidad es todo lo contrario, porque pese a tener ojos a la mínima está tropezando con las cosas, así que, ¿de qué le valen?
El tercero no me gustó demasiado. El cuarto no es que sea muy original, lo del intercambio de cuerpos es algo que ya está muy trillado, pero su desenlace no es el que yo me imaginaba. Y el último no tiene mucho interés, es simplemente entretenido.  
El libro tiene unas 200 páginas y es de lectura fácil y amena, pero me quedo con los clásicos de Wells. No hay comparación.


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