Cuando era pequeño a un amigo le regalaron un cuervo. Yo había visto un montón de películas (sobretodo de la Hammer) en las que los cuervos les sacaban los ojos a la gente, y pensé, lógicamente a mis siete u ocho años, que eso es lo que me iba a pasar a mí.
Mi madre tuvo que hablar con la de mi amigo para asegurarme de que era un pájaro inofensivo y que no iba a pasar como en las películas (que era todo mentira). Yo volví a casa de mi amigo, con algo de recelo, por supuesto, y entonces el cuervo me graznó y empezó a caminar hacia mí. No a volar, ¡a caminar, como una persona, mientras me graznaba! Yo, claro, me cagué de miedo. Retrocedí, tropecé, me caí y me arrastré de espaldas hacia la puerta, mientras el cuervo seguía acercándose. Sobra decir que salí corriendo hacia mi casa como alma que lleva el diablo, completamento aterrorizado.
Estuve semans negándome a salir de casa, yendo de casa al colegio y del colegio a casa, observando por la ventana por si el cuervo venía a por mí, y cuando mis amigos venían a jugar a mi casa o al bosque colindante a mi casa (era lo más lejos que me atrevía a salir), estaba todo el tiempo vigilando el cielo, como un paranoico.
No recuerdo cuánto tiempo duró esto ni de qué fue del cuervo, si se escapó, si murió o se deshicieron de él, pero fue una de las peores experiencias de mi infancia, aunque no fue la única relacionada con animales.
Veo que esto pinta como una nueva sección, y la verdad es que me gusta mucho! :D
ResponderEliminarEsta primera historia está buenísima. Me imagino el susto tan terrible que pasaste. :| Esos pájaros dan repelús... ;D
Sobretodo a esa edad, jeje. Tampoco estuve toda mi infancia viviendo traumas uno detrás de otro, pero recuerdo este y otros dos más: una con un perro y otra con una tarántula (por si no lo he dicho, les tengo una fobia criminal). Así que en principio será una trilogía.
ResponderEliminarNormalmente a los niños les regalan tortugas o hamsters... ¿Eran una heavy-family? Si organizan alguna fiesta, avísame, que siempre he querido disfrazarme de Miércoles! (y nunca he tenido cerca un cuervo...)
ResponderEliminarPues no, era una familia normal, eso es lo chocante.
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