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viernes, 13 de diciembre de 2013

El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss (Ojo Spoilers de los gordos!)


En esta segunda entrega de las Crónicas del asesino de reyes, Kvothe sigue contándole al Cronista la historia de su vida, la verdad que se esconde tras el mito. Las primeras 400 y pico páginas se centran en las nuevas vivencias de Kvothe en la Universidad, en la línea del primer libro. Problemas para conseguir el dinero para pagar su matrícula y la deuda que tiene con Devi, sus noches en el Eolio tocando su laúd, sus puntuales encuentros con Denna, sus extrañas clases de Nominación con el maestro Elodin y su clara enemistad con Ambrose, que llega a usar la magia para causarle daño físico, y Kvothe tiene que hacerse un amuleto para protegerse (un amuleto nada fácil de fabricar). Pero después de esto Kvothe sale al mundo y le tocará vivir un montón de aventuras que lo acercarán al mito en el que se acabará convirtiendo.

A causa de Ambrose, Kvothe debe abandonar la Universidad durante unos meses, hasta que se calmen las aguas, y se dirige a la ciudad de Severen, donde se pone al servicio del maer Alveron, un noble tan importante y poderoso como el mismo rey de Vintas, gracias a los contactos de su amigo el conde Threpe. El maer Alveron requiere de su habilidad con las palabras y la música para que lo ayude a conquistar a cierta dama con la que pretende casarse. Estando allí en la corte descubre que alguien ha estado envenenando la comida del maer y gracias a haberlo descubierto a tiempo se gana la amistad eterna del maer Alveron y su posición en la corte se vuelve más cómoda.
Tras hacerle de Celestino, el maer pone a Kvothe al mando de un grupo de mercenarios y los envía a los límites de sus tierras, para que se encarguen de los bandidos que están asaltando continuamente a los recaudadores de impuestos del rey. El camino será largo y arduo y Kvothe llegará a conocer bien a cada miembro de su grupo.

Tras acabar finalmente con los bandidos y recuperar el botín robado parten de regreso a Severen, pero una noche el grupo de mercenarios y Kvothe descubren a Felurian, ser antiguo e irresistible por cualquier hombre perteneciente a la raza de los Fata (a la que pertenecen también las hadas), presente en muchas leyendas y mitos. Contra los consejos de sus compañeros Kvothe persigue a la mítica mujer, entrando en el reino Fata, del que dicen que ningún hombre ha vuelto con vida, y los pocos que lo consiguieron perdieron la razón. Básicamente Felurian se acuesta con los hombres hasta que estos mueren o se vuelven locos, pero Kvothe le compone una canción, o parte de una, y le gusta tanto que le deja marchar a cambio de la promesa de que regresará a cantársela cuando la haya terminado. 

De regreso en el mundo de los mortales, Kvothe le cuenta sus fabulosas experiencias a su grupo de mercenarios, aunque pocos le creen, y luego acompaña a Tempi, un de los mercenarios, a su tierra, donde aprenderá el legendario Ketan y el camino del Lethani, unas artes marciales letales pero también una especie de filosofía de vida. Acabado su aprendizaje, Kvothe decide regresar con el maer e informarle de lo que pasó con los bandidos. De camino, Kvothe tendrá ocasión de demostrar lo aprendido y lo letal que es ahora, dando lugar así a que comiencen a circular las primeras leyendas sobre su persona.
Así que Kvothe regresa a Severen e informa al maer Alveron de lo sucedido con los bandidos y este se muestra satisfecho y le propone quedarse a su servicio, pero su esposa siente un odio visceral hacia los Edena Ruh, y al saber que Kvothe es un Ruh no puede permitir que se quede sin ofenderla, así que en pago a sus servicios prestados se ofrece a pagarle la matrícula de la Universidad de aquí en adelante. Kvothe regresa a la Universidad, se reencuentra con sus amigos, que lo daban por muerto, y les relata todas sus aventuras, y por primera vez en su vida tiene dinero en sus bolsillos y los invita a todos a una noche de correrías. 

Con este libro tuve bastante suerte, porque valía 24 euracos y yo lo conseguí totalmente gratis, por un rollo por puntos. Hace año y medio-dos años que lo tengo; el año pasado no pude leerlo porque estaba apuntado a demasiados desafíos literario y no me dio tiempo, así que cuando este año puse en marcha mi desafío personal de leerme 10 libros de más de 1.000 páginas, enseguida lo anoté en la lista de libros que tenía pensado leerme.
Pero creo que la espera ha merecido la pena. El libro es impresionante. El primero era bueno, pero este le da cien vueltas. Son casi 1.200 páginas pero no se nota en absoluto. Patrick Rothfuss tiene una prosa sencilla que te engancha desde la primera página y resulta imposible parar de leer una vez has empezado. Son 1.190 páginas exactamente, pero se hacen cortas. La historia es genial. La parte de la Universidad viene a ser más de lo mismo (no por ello es peor, ojo), pero a partir de que Kvothe llegue a la corte de Alveron el libro es todo aventura y no tiene desperdicio.
Pero aún habrá que esperar al menos un par de años por el tercer y último libro. Lo que no sé yo si un solo libro más será suficiente, porque aquí Kvothe solo tiene 16 años y aunque empieza a ser conocido, aún es un simple estudiante, así que tendría que condensar los siguientes 10 o 15 años, cómo llega a ser alguien legen... espera un momento... dario y temido, cómo acaba sus días en una posada en el camino y cómo es que ha perdido su toque mágico y el Lethani. Rothfuss dice que va a ser casi tan gordo como éste, pero creo que por lo menos haría falta otro más. Hasta entonces, a esperar.


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