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lunes, 21 de mayo de 2012

Quicksilver Highway


Hacía mucho tiempo que tenía pendiente ver esta película, tanto que ya había olvidado que Mick Garris era su máximo responsable, así que cuando vi que estaba “escrita y dirigida por Mick Garris” no pude evitar llevarme las manos a la cabeza, porque Mick Garris es conocido por convertir las buenas historias de Stephen King en truños infumables. Esta película no podía ser menos y es tan mala que a punto estuve de quedarme dormido (de hecho creo que lo estuve por unos minutos), aunque, por otro lado, también tiene algunos momentos interesantes.

La película adapta dos relatos, uno de Stephen King y otro de Clive Barker. El de Stephen King es el de “La boca saltarina”, un relato perteneciente a la antología “Pesadillas y alucinaciones”. El libro lo leí hace muchos años, pero aún recuerdo que este relato es de los que menos me gustaron. Un hombre para en un área de descanso a echar gasolina y allí compra una enorme boca saltarina, que según el dueño está rota. Un joven lo convence para que lo lleve en su coche, y al poco rato le saca una navaja con la intención de atracarle.

El hombre pierde el control del coche y acaba volcando. Antes de que el chico pueda hacerle nada, la boca saltarina empieza a moverse sola y prácticamente mata a bocados al chico. Pensé que esta primera historia sería pesada y aburrida, pero lo cierto es que se lleva bien y se hace amena. Aunque cuando la boca empieza a morder al chico, da más risa que otra cosa. Personalmente creo que Stephen King tiene muchos relatos mejores que este para adaptar, incluso de la misma antología. No sé en qué estaría pensando Garris.
El relato de Clive Barker es “La política del cuerpo”, perteneciente a sus “Libros de Sangre”. Las manos de un cirujano se rebelan contra su propio cuerpo, llegando incluso a estrangular a su propia esposa, y una de las manos se amputa y empieza a incitar a las manos de las personas que están en el hospital a hacer lo mismo, ha llegado la hora de la rebelión, la hora de abandonar el cuerpo y ser libres por fin.

La historia es bastante graciosa, dadas las circunstancias, aunque tampoco tiene mucha chicha. Ah, y atención al cameo de Clive Barker, que hace de anestesista. Es la mejor parte.

4 comentarios:

  1. "Pesadillas y alucinaciones" no es una antología, es una colección de cuentos. Hay que diferenciar los dos términos.

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  2. Bueno, que yo sepa viene a ser lo mismo. Según la Wikipedia: "Una antología es una recopilación de obras notables por algún motivo, de alguien o algo específico (literarias, cinematográficas, musicales, etc).
    En el contexto literario, una antología contendría una selección de textos de uno o varios autores. Es común en poesía (antología poética), aunque también puede darse en otros géneros, como fábulas, ensayos o cuentos. La antología puede ser de naturaleza temática o bien personal y arbitraria".

    Pero tomo nota. Gracias y un saludo.

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  3. Sí, exacto, la antología es lo que tú dices. En cambio, la colección de cuentos, o libro de cuentos, es un libro concebido como tal por el autor, con textos de su autoría exclusivos para dicho libro. "Pesadillas y alucinaciones", por lo tanto, es un libro que King concibió como una serie de cuentos, mas no es una recopilación de obras notables ni una selección de determinadas obras para reunirlas en un libro. Aquí King está jugando el rol de escritor, no de editor y/o antologista.
    Sañudos.
    En Estados Unidos existe el trabajo de antologista ¿puedes creerlo? y estos personajes se encargan simplemente de crear selecciones de cuentos con un tema en común, o que sean los más importantes de determinados autores o un solo autor, en fin. King no hace eso en este caso, sino que envía la editorial su libro ya construido a base de cuentos, un libro de cuentos.
    Es una línea divisoria bastante difusa pero ubicarse en los roles de los responsables de cada tipo de material literario ayuda a diferenciarla.

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  4. Vaya, veo que la línea que separa ambos términos es muy fina. Entonces si el propio autor saca un libro con relatos suyos, es libro de cuentos, pero si la selección de cuentos la hace otro, es antología, siempre que los relatos sean importantes. Entonces, como bien dices, "Pesadillas y Alucinaciones" es libro de cuentos, y, por ejemplo, el que me estoy leyendo ahora, "A la sombra del maestro" (una selección de relatos de Poe hecha por los Mistery Writers of America, en el 200 aniversario de su nacimiento), es antología, porque aparte de ser una selección hecha por otros, son todos relatos míticos. ¿Es así?
    Lo malo es que le llamamos antología a cualquier colección de relatos, y de ahí viene la confusión. ¡Gracias de nuevo!

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