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jueves, 25 de octubre de 2012

Territorio Comanche, de Arturo Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte es un autor español que me gusta, pero lo leo cada x años. Es como la comida, que si comes siempre lo mismo al final te acabas hartando. Me leí hace años "El Club Dumas" después de ver la película de Polanski ("La Novena Puerta") y me gystó, aunque había algunas diferencias, y unos años después me leí "La piel del tambor", que también me gustó (poco después de leerlo hicieron una serie-secuela donde al protagonista, un joven sacerdote, lo convertían en una especie de Indiana Jones que iba a la caza de tesoros religiosos, como la lanza de Longinos y tal, y se enfrentaba a un cardenal que quería utilizar esos tesoros para hacerse con el poder de la Iglesia; la serie duró poco y no me extraña, qué mala era). Escogía este por una cuestión de tiempo. De aquí a fin de año aún tengo que leerme demasiados libros y este era corto, 140 páginas, algo que me llevaría dos días apenas (y así ha sido), así que no lo dudé. 

Los protagonistas son dos corresponsales de guerra durante la guerra de la ex-Yugoslavia. Márquez es el cámara y está obsesionado con grabar un puente en el momento de su destrucción, algo con lo que no ha tenido mucha suerte hasta ahora. Barlés es el reportero y hace años que trabajan juntos. 
En el arranque del libro, Márquez está en posición para grabar la destrucción del puente del pueblo en el que se encuentran, y mientras es no ocurre y van esquivando bombas, misiles y ráfagas de disparos, Barlés y él van recordando otros conflictos en los que estuvieron presentes, compañeros de profesión que murieron llevando a cabo su labor, otros que acabaron indemnes, algunos muy valientes (hasta rozar la insensatez) y otros que prefirieron abandonar tras recibir el mínimo rasguño.

El libro me ha gustado mucho. Como dije antes, es corto, fácil de leer y te lo puedes acabar de una sentada. Me gusta porque muestra la dura realidad de los corresponsales de guerra, que arriesgan la vida cada día para conseguir grabarla imagen perfecta en esos lugares en guerra. Lo único malo es que es demasiado corto y parece más un relato largo que una novela. Unas cuantas páginas más no le habrían venido nada mal, pero en fin...
A ver su de aquí a fin de año me leo algún otro libro suyo. 

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