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martes, 13 de agosto de 2013

Guinea Pig 1: The Devil Experiment

Seguro que te acuerdas de la que se montó con la película “A Serbian film”, que quisieron enviar a la cárcel al director del Festival de Sitges por ponerla en la programación del Festival, pues aducieron que hacía apología de la pedofilia (a mi parecer una tontería porque se ve bien claro que utilizaban atrezzo) y tuvieron que mostrarles que era todo muñecos y prótesis.

Pues con esta saga de películas japonesas pasó igual. La historia es que Charlie Sheen se puso un día a ver la tele y estaban poniendo la segunda película (bueno, ahora no recuerdo si la ponían por la tele o pilló una película en el videoclub y le dieron esta por error), y creyendo que se trataba de una snuff movie auténtica llamó al FBI, y los responsables de la película tuviern que demostrarles que era todo efectos especiales, que no era de verdad, y la saga cogió una fama de la hostia.

Toda esta polémica despertó mi curiosidad (cuanta más polémica más ganas de verla) y como a mí me va mucho esto de la casquería, pues decidí hacerme con la saga entera, a ver si era para tanto. Tengo que decir que esta primera película no lo es, aunque la úlima escena es bastante asquerosilla. Efectos especiales tremendos. Puaj.

La película nos la presentan como un video real que alguien se encontró en el que se ven a tres tipos torturando a una chica durante horas, como un experimento para averiguar cuáles son los límites del dolor.
Si la hubiera visto en su día, o incluso en los 90, igual me lo habría tragado, pero casi 30 años después está muy claro que es todo falso. La película dura unos 40 minutos y está dividida en capítulos. Bofetadas, patadas, gusanos, agua hirviendo, etc. Pero solo con las bofetadas y las patadas se ve clarísimo que ni la tocan. Le dan unas 100 bofetadas pero casi no le dejan marca y se ve bien que el tío se da en su propia mano (con una mano le sujeta la cabeza y con la otra le arrea) y con las patadas la tiran al suelo y la patean, pero ya te digo que fingen muy mal y no la tocan. Luego, cuando utilizan algún instrumento sobre determinada parte del cuerpo, hacen un primerísimo plano, con lo que tampoco cuela. Lo que sí da mucho asco es la última escena. A la chica le clavan una aguja en la sien y profundizan hasta llegar al ojo, y se ve cómo poco a poco la cuenca se va llenando de sangre. Esta escena puede despertar algunas dudas, pero también hacen un primer plano del ojo, así que tampoco es verdad. Además la chica no grita ni nada.
A ver si la 2ª tiene más casquería.


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