Buscar este blog

miércoles, 3 de julio de 2013

Viejos amigos. Capítulo 51

51. Fred Duncan

Fred Duncan fue a verle a principios de año, cuando aún lo estaba organizando todo. Xavier estaba recorriendo los terrenos de la mansión cuando vio a alguien frente al portal de la entrada. Supo quién era antes de que le enseñara su placa.
-¿Charles Xavier?-preguntó educadamente.
-Sí. ¿En qué puedo ayudarle, señor...?
-Fred Duncan, del FBI. Pero estoy seguro de que usted eso ya la sabía, ¿verdad?-le preguntó, sonriéndole.
Xavier le abrió el portal y lo invitó a pasar.
-Bien, usted dirá.
-Bueno, yo...
-Sí, es cierto, pero sigo prefiriendo hablar a leer el pensamiento. Me gusta el contacto humano.
Fred Duncan caminó a su lado por entre los cedros.
-Está bien, iré directo al grano. Hay muchas personas, señor Xavier, que consideran a los mutantes una amenaza. La mayoría de mis compañeros están incluidos en ese grupo.
-Pero usted no, por lo que veo.
-No, tiene razón. Yo y unos cuantos más no opinamos lo mismo. Existe una lista, señor Xavier...
-Llámeme Charles, o si lo prefiere, simplemente Xavier.
-De acuerdo, Xavier. Como le estaba diciendo, existe una lista con el nombre de los cien mutantes más poderosos y peligrosos. Su nombre está entre los primeros puestos, y por eso he venido a verle. A proponerle un trato.
-Está empezando a picarme la curiosidad.
-Yo y mis colegas creemos que ciertos mutantes podrían servir de ayuda si ocurriera alguna catástrofe o situación de peligro.
-Comprendo. Me está hablando de formar un grupo de mutantes que, en caso de amenaza, usarían sus poderes por el bien de la humanidad, para su protección.
-Sí, así es. ¿Qué le parece la idea?
-Suena interesante, pero, ¿quién está al tanto de este plan?
-Como le he dicho, yo, y unos cuantos colegas. Si se llevara a cabo, sólo nosotros lo sabríamos. Si aceptara hacerlo, le proporcionaríamos los medios y la tecnología necesaria.
Xavier asintió con la cabeza, pensativo.
-Señor Duncan, en mi escuela sólo habrá niños y adolescentes imberbes. La mayoría no controla sus poderes o están asustados ante su nueva situación. Ese grupo de mutantes, tendrían que controlarlos a la perfección.
-Esto no corre prisa, Xavier, usted podría seleccionar a algunos de sus alumnos y entrenarles en el uso de sus poderes.
-Creo que lo haré, pero también podría tratar de buscarlos por el mundo.
-¿Ha pensado en algo?
-Si pudiera aumentar mis poderes mentales... -dijo en un susurro, más para sí que para Duncan. Luego lo miró-Estoy dándole vueltas a algo. Está bien, señor Duncan, me seduce mucho su oferta. Acepto el acuerdo-Xavier le estrechó la mano y le acompañó a la salida-Seguiremos en contacto.
-Me alegro de que suba a bordo. No se arrepentirá.
-Lo sé-Xavier hizo girar su silla y regresó al interior de la mansión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario