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lunes, 1 de julio de 2013

Viejos amigos. Capítulo 49

49. Documentos secretos

Una noche de luna llena, un coche se detuvo frente a un viejo motel de carretera. Le hizo señales a alguien con las luces delanteras y poco después la puerta del asiento del copiloto se abrió.
-Llegas tarde.
-Lo siento-se excusó el conductor, algo nervioso-El tráfico estaba cortado y tuve que desviarme.
-No quiero que me cuentes tu vida-replicó Magneto-¿Has traído lo mío?
El otro hombre abrió la guantera y le dio un sobre. En él había un carnet de identidad y un documento doblado por la mitad.
-Bien-Magneto sacó de su bolsillo seiscientos dólares y se los entregó.
-¿Por qué tanta prisa, si no es mucho preguntar?-preguntó, con voz temblorosa.
-Tengo que entrar en un sitio y no puedo dar mi verdadero nombre, porque se me echarían encima. Además tengo un proyecto importante entre manos y antes de llevarlo a cabo tengo que entrar en ese sitio y hablar con cierta persona para que me dé algo que necesito.
-¿Y cuál es ese sitio?
-¿Sabes que la curiosidad mató al gato?-replicó Magneto, guardándose el sobre en el interior de la chaqueta. Salió del coche y se despidió de su contacto. Cuando estaba a unos cinco metros, el coche empezó a comprimirse. El techo y las puertas empezaron a hundirse hacia dentro y el conductor empezó a chillar y a pedir auxilio. Cinco segundos después sólo reinaba el silencio.
Magneto devolvió al coche su forma inicial, abrió la puerta del conductor y recuperó su dinero.
-Gracias por tus servicios-y se fue andando tranquilamente.
Al día siguiente era la presentación del curso.

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