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miércoles, 22 de mayo de 2013

Los Pilares de la Tierra, de Ken Follett (¡Ojo Spoilers!)


Este fue el primer libro de más de 1.000 páginas que me leí en mi vida, hará 10-12 años, y cuando vi la serie tengo que confesar que no me acordaba de casi nada (de hecho, en “Un mundo sin fin” se mencionan a algunos de los personajes principales de este libro, y apenas me sonaban), así que decidí que volvería a leerlo, pero me di bastante tiempo, porque leerlo tras ver la serie habría sido bastante repetitivo (como ver una película dos veces seguidas). Y como este año pensaba leerme 10 tochos de más de 1000 páginas, pues me pareció un candidato perfecto.

Los Pilares de la Tierra” fue todo un fenómeno literario cuando se publicó, un éxito de ventas sin precedentes que encumbró a Ken Follett a lo más alto, contra todo pronóstico. Ken Follett era principalmente un escritor de novelas de espías y cuando le dio por escribir esta novela histórica su agente quiso quitarle la idea de la cabeza, que se iba a estrellar, que por qué no seguía con las novelas de espías, etc, y él que no, que quería escribir la novela, y al final se convirtió en un hito y éstos tuvieron que tragarse sus palabras. Me habría encantado ver ese momento, a Ken Follett en plan “¿quién tenía razón, eh?”, y el agente, “Tú, Ken, tú”.

Intercolumnio
A estas alturas dudo que haya alguien que no sepa de qué va, sino detalladamente, al menos a rasgos generales, pero de todas formas lo contaré igual porque así es como hago mis entradas, argumento por un lado y opinión por otro.
Como bien sabes, esta es una novela histórica que trata sobre la construcción de una catedral a lo largo de 40 años, durante el S. XII. Esta es una novela extensa. Cuenta con muchos personajes y pasan muchas cosas además de la construcción de la catedral, que es el telón de fondo; espero ser capaz de explicar correctamente quiénes son los personajes principales y qué función desempeñan en el tapiz general.

Por un lado tenemos a Tom Builder y a su familia: su esposa Agnes, que esta embarazada, su hijo Alfred, de 14 años, y su hija pequeña Martha. Tom es albañil y su sueño es construir una catedral, por ello ha rechazado trabajos fijos y estables y así se encuentra sin un penique, pateando los caminos en busca de cualquier trabajo que le permita mantener a su familia. Agnes se pone de parte en pleno camino y fallece en el alumbramiento. Tom no tiene forma de alimentar al bebé y lo más seguro es que acabe muriendo, así que lo abandona junto a la tumba de su esposa y los tres siguen su camino, pero Tom no tarda en arrepentirse y regresar sobre sus pasos, pero el bebé ha desaparecido. Entonces aparece una mujer, Ellen, una proscrita que vive en el bosque con su hijo Jack, un joven taciturno algo más joven que Alfred, con los que se cruzó antes de que su esposa muriera, y ésta lo lleva hasta una pequeña celda de monjes que hay en el bosque, y le muestra a su hijo, que está siendo cuidado y alimentado por uno de los monjes, y Tom respira aliviado. Su intención es presentarse y llevárselo, pero Ellen lo convence de que lo deje con los monjes, pues ellos pueden cuidar de él y Tom no, y éste acepta.

Ellen se queda con Tom, pues la primera vez que se vieron ambos sintieron un flechazo, y ella y Jack lo acompañan a partir de entonces, pateando los caminos en busca de trabajo. Los cinco llegan al priorato de Kingsbridge, donde hay una catedral que necesita urgentes reformas, pero el prior Phillip le dice que no puede contratarle porque las arcas están vacías, pero les da de comer y les permite pasar la noche. Esa noche, aprovechando que todos duermen, Jack sube a lo alto del tejado de la catedral y le prende fuego, provocando que toda la catedral se venga abajo. Jack lo ha hecho para que Tom pueda construir así su soñada catedral, pero también para que ninguno de ellos acabe muriendo de hambre. Tom se ofrece a reconstruir la catedral a cambio de comida y un techo, y durante los años siguientes empezará a levantar su ansiada catedral, no sin ciertas dificultades.

Luego están lady Aliena y Richard, hijos del conde de Shiring, que pasan de tenerlo todo a acabar en la más absoluta miseria a causa de los Hamleigh. Sir Bartholomew es acusado de conspirar contra el rey Stephen y pierde todas sus tierras y posesiones y es encerrado el resto de sus días, que no son muchos. Aliena consigue hablar con él una última vez y le promete que hará todo cuanto esté en su mano para que Richard se convierta en el conde de Shiring y recupere sus tierras. Pero esto es algo que le llevará años conseguir.
Aliena no tiene donde caerse muerta y para ganarse la vida prueba suerte con el negocio de la venta de lana de oveja, y con el paso de los años se convierte en la comerciante más importante y acaudalada de Kingsbridge y con su dinero le paga a Richard su carrera de caballero.

Ken Follett en el Hormiguero
Los responsables de la caída en desgracia del conde de Shiring son los Hamleigh, que ansiaban vengarse desde que Aliena anuló el compromiso con su hijo William. William es el personaje más ruin, violento y odioso del libro, y odia tanto a Aliena como se siente obsesionado con ella, y durante los siguientes años le hará todo tipo de perrerías, pero no solo a ella, sino también a Richard y al propio prior Phillip.
Y por último está el obispo Waleran, un personaje frío y calculador que manipula a todo el mundo a su antojo para lograr siempre lo que quiere. Waleran es el principal rival del prior Phillip en la construcción de la catedral, pues quería las piedras de la cantera para construirse un castillo, pero como Phillip se la jugó quedándose con la cantera, Waleran le prometió por cuanto hay de sagrado que jamás construiría su iglesia, y durante los años siguientes urde diferentes planes para entorpecer la labor de Phillip, llegando a aliarse con los Hamleigh.

Transepto
Debo admitir que al principio me pareció un poco lento, algo que no recordaba así la primera vez que lo leí. Se centra mucho en las penurias de Tom Builder y su familia y no se pone interesante hasta la aparición de Phillip y el priorato. En general me ha gustado bastante. Me pareció muy interesante todo el contexto histórico de la época, los problemas de sucesión y eso, y me gustó conocer cómo es el proceso de construcción de una catedral. Otra cosa que también me gusta es que en los libros de Ken Follett, a los buenos y a los malos les pasan cosas buenas y malas en la misma proporción (no como en otros en los que a los buenos les pasan cosas buenas y a los malos cosas malas) y eso lo hace más real.

Pese a ello al libro le sobran muchas páginas. La penúltima parte le dedica demasiadas páginas a la carestía de alimentos y únicamente tiene importancia la parte que atañe a Richard, y la última parte se hace muy cansina, como si el libro ya hubiera acabado y Ken Follett se dedicara a pulular arededor, como un largo epílogo. En mi opinión no habría llegado ni de lejos a las 1.000 páginas. 900 como mucho. Bueno, de todas formas ha sido una buena lectura y la disfruté tanto como la primera vez. Ahora a ver si dentro de unos meses me vuelvo a leer la segunda parte.

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