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jueves, 23 de mayo de 2013

Viejos amigos. Capítulo 25


25. El relato de Xavier

-Algún día me gustaría hacer por los mutantes lo mismo que Daniel está haciendo por los supervivientes del Holocausto-dijo Charles. Era de noche y los dos estaban jugando al ajedrez, como de costumbre. Habían acordado esperar hasta aquel momento para hablar del tema, para asegurarse de que nadie les escuchara.
-¿A qué te refieres?
-No sé. Crear un colegio o algo parecido para jóvenes mutantes. Niños y adolescentes confusos y asustados por sus nuevos poderes. Necesitarán a alguien que les guíe y a mí me gustaría hacerlo. Si yo hubiera tenido a alguien que me ayudara a usar y controlar mis poderes mi infancia no habría sido tan difícil.
-¿Cuáles son tus poderes?
-Ya te dije que era telépata, pero ese no es el único. Puedo leer el pensamiento de la gente que hay a mi alrededor. Es como si mi mente fuera una antena de radio y las de los demás distintas frecuencias. Algunas mentes puedo leerlas aunque no quiera; sus pensamientos llegan a mí como si se tratara de un libro abierto. Otras me resulta más difícil penetrar en ellas. También puedo entrar en la mente de los demás. Obligarles a hacer lo que yo quiera. Borrarles la memoria. Incluso matarles.
-¿Matarles?-se sorprendió Eric.
-Sí. Ya ves cómo quedó John Doe. Si algún día pierdo el control... Por eso procuro estar siempre calmado.
-Vaya, no tenía ni idea. ¿Y cuántos años tenías cuando aparecieron tus poderes?
-Diez años. Mi padre había muerto y su socio, Kurt Marko, acabó casándose con mi madre. Era todo amabilidad pero lo que realmente le interesaba era su fortuna. Tenía un hijo, Caín, que me odiaba porque su padre era más atento conmigo que con él, además era muy severo con él. Algunas veces entraba en su mente, sin saber muy bien cómo, y eso le enfurecía aún más.
-¿Sabía él que le leías la mente?
-Oh, sí, me pilló unas cuantas veces, y saber que yo tenía ese poder aumentó su odio hacia mí. Siempre me llamaba monstruo.
Después pasó a hablarle de su etapa en la universidad, donde conoció a Moira, su primer amor, y de su reclutamiento obligatorio que puso fin a su romance.
Luego le habló de su reencuentro con Caín y de su deserción y de lo que sucedió en el Templo de Cyttorak.
-Me recuperé de mis heridas en un campamento M.A.S.H., donde conocí a Daniel, y allí nos hicimos amigos.
-¿Sabe él que eres un mutante?
-Sí, lo sabe, y no le importa. Es uno de las pocas personas que conozco que acepta a los mutantes sin ningún tipo de prejuicio.
-Sí, es un buen hombre. ¿Qué fue de tu hermanastro?¿Salió del templo?
-Oh, sí, sobrevivió al derrumbamiento y he tenido unos cuantos encuentros con él. Ahora que es prácticamente invencible utiliza todo su poder para acabar conmigo. Cuando abandoné el campamento M.A.S.H. empecé a viajar por todo el mundo, y en Egipto me topé con el primer mutante que utilizaba sus poderes para el crimen...

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